Más aún entendiendo que la funcionaria kirchnerista no tracciona con Sergio Massa yendo por la Presidencia y Axel Kicillof intentando ir por una suerte de reelección en la provincia de Buenos Aires. Sumando, además, las internas locales con un sector del peronismo no K.

Esto último se refleja con los diversos cruces que hay con el director de Correo Argentino, Rodolfo "Manino" Iriart, el cual quedó proscripto de participar en unas PASO. El mismo se encuentra apoyado por la lista peronista que va por fuera, Hacemos por Nuestro País de Juan Schiaretti, con un aspirante local: Fabián Giovanniello.

Ahora bien, también están los libertarios que han frenado su campaña con lo que son las denuncias por la venta de cargos y la filtración de massistas en sus listas. Claro ejemplo, el precandidato a diputado bonaerense Alejandro Carrancio, quién está siendo eje de las denuncias, con el aspirante comunal Rolando Demaio bajo la lupa.

Mientras todo ello estalla, el intendente Montenegro está tranquilo por haber realizado una gestión prolija, mantener la unidad de espacios y hasta ser la cabecilla, tanto de Horacio Rodríguez Larreta como de Patricia Bullrich. Su campaña es demostrar lo que fue su Gobierno, plagado de tranquilidad.