"Morro ya está de vuelta. Desde que quedó patas afuera del sindicato de gastronómicos, no frena con los papelones", resaltaron funcionarios en el radiopasillo municipal. Y añadieron: "Ni siquiera habla en las comiciones y sesiones, se dedica a levantar la mano para votar, a ver si le lanzan un hueso a cambio".

En medio de la polémica, también salió a la luz otra de sus viviendas que se ubica en la calle Dolores al 1676. En este último caso, se trata de un lujoso chalet. Casi exclusivo, en el cual pasa la mayoría de su tiempo.

Si uno hace cuentas, entre las 2 propiedades, que polémicamente no se encuentran expresadas en su declaración jurada presentada, se superan los 500 mil dólares de valor. Mucho lujo, pero pocos pagos. Hermoso ejemplo de la edil oficialista.

Fuentes anónimas resaltaron que Ilda Mercedes Morro, una de esas 2 propiedades, la habría adquirido poco antes de abandonar el sindicato. ¿Será que se juntó algunos pesos para su jubilación antes de abandonar el gremio? ¿Todo el dinero de los trabajadores gastronómicos fue a parar allí? Preguntas, solo preguntas.