Política
La industria de la ideología de género

Quieren obligar a los niños a "transicionar": el caso de Mariela revela una peligrosa tendencia en la educación

El caso de Mariela pone en evidencia una tendencia creciente a nivel mundial, donde la ideología de género está cada vez más presente en las políticas educativas.

En un giro alarmante que revela el avance de la ideología de género en el ámbito educativo, una madre argentina ha denunciado que las autoridades de una escuela de Mar Del Plata intentaron obligar a su hija de 14 años a cambiar de género sin su consentimiento.

Este caso ha desatado un debate sobre la influencia de la agenda "Woke" en las instituciones educativas y plantea serias preguntas sobre la autonomía parental y el bienestar infantil.

La historia comienza cuando Mariela, una adolescente de 14 años, compartió con su madre que se sentía rara y confundida. Este sentimiento, típico de la pubertad, se vio amplificado por la pandemia y la reciente pérdida de su padre.

Sin embargo, la joven encontró una respuesta desconcertante en la Escuela Nacional Arturo Humberto Illia de Mar del Plata, que cuenta con una "comisión de género" dedicada a guiar a los alumnos en cuestiones de identidad sexual.

Sin consultar a la madre, la escuela designó a Mariela como un "varón trans", decidiendo modificar todos sus registros oficiales, incluidos los de asistencia y calificaciones. El hecho se produjo sin el conocimiento ni el consentimiento de la madre, quien aún estaba lidiando con el dolor de la reciente pérdida de su esposo y con las dificultades propias de entender el complejo panorama que su hija estaba atravesando.

La situación se complicó cuando la escuela contactó a la madre con la Asociación por un Mundo Igualitario (AMI), una organización vinculada al lobby trans, que promueve la idea de que la afirmación de la identidad de género autopercibida es crucial para prevenir suicidios en adolescentes.

Este enfoque ha sido criticado por muchos, quienes argumentan que, en lugar de tratarse de una elección informada y consensuada, se está sometiendo a los menores a presiones ideológicas sin el apoyo adecuado.

El caso de Mariela pone en evidencia una tendencia creciente a nivel mundial, donde la ideología de género está cada vez más presente en las políticas educativas. La pregunta que queda en el aire es: ¿Cuántos otros casos similares existen en el mundo? Y, lo más preocupante, ¿hasta qué punto estas prácticas pueden afectar la salud mental y emocional de los niños y adolescentes?

Mientras tanto, la madre de Mariela continúa luchando por la autonomía y el bienestar de su hija, enfrentando una maquinaria educativa que, según denuncia, ha intentado imponer decisiones trascendentales sobre la identidad de su hija sin su consentimiento.

Este caso se suma a una serie de preocupantes denuncias que evidencian cómo las instituciones educativas pueden estar siendo utilizadas para avanzar en agendas políticas y sociales, muchas veces sin tener en cuenta el bienestar real de los menores involucrados.

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