De Mar del Plata al mundo: un inventor con raíces familiares

Juan Cereigido, nacido y criado en Mar del Plata, no es un recién llegado al mundo de la creación. Con un trasfondo en electrónica y una carrera que abarca desde el diseño de productos hasta la gestión y el cine, se describe a sí mismo como un "emprendedor curioso" en su sitio web personal (juancereigido.com).

Pero fue una motivación personal la que lo llevó a desarrollar sus proyectos más ambiciosos: las limitaciones de su abuelo, a quien cariñosamente llama Ato, para adaptarse a la tecnología moderna.

"Mi abuelo no se llevaba bien con los celulares ni con las aplicaciones complicadas", cuenta Juan a NOVA.

Decidido a encontrar una solución, Cereigido diseñó Ato, un pequeño dispositivo fabricado con su propia impresora 3D que permite a los mayores comunicarse y recibir recordatorios sin necesidad de pantallas táctiles ni tecnicismos. Vinculado a Recordai, este invento se ha convertido en un compañero inseparable para muchos.

Recordai, un amigo que nunca olvida

Recordai, lanzado como "un amigo que lo recuerda por vos" (recordai.app), es una plataforma que utiliza WhatsApp para programar recordatorios de manera sencilla.

Desde saludar a alguien por su cumpleaños hasta tomar un remedio o sacar un turno médico, su versatilidad lo hace ideal para cualquier usuario, pero especialmente para los adultos mayores.

"Queríamos que fuera como hablar con un amigo, sin complicaciones", explicó Cereigido a NOVA.

Aunque no está diseñado exclusivamente para recordar medicamentos, su funcionalidad lo hace perfecto para ello, un detalle que resuena con las necesidades de personas como el abuelo de Juan.

En una sociedad donde los mayores a menudo lidian con múltiples prescripciones, Recordai ofrece una solución práctica y accesible que no requiere aprender a usar una app nueva.

Ato, más que un recordatorio, un compañero

El dispositivo Ato lleva la propuesta un paso más allá. Además de gestionar recordatorios a través de Recordai, puede entablar conversaciones sobre temas que apasionan a muchos argentinos: el fútbol y el tango.

"Quería que mi abuelo pudiera hablar de lo que le gusta", relató Juan a NOVA. Este toque humano distingue a Ato de otros asistentes tecnológicos, convirtiéndolo en un puente entre generaciones.

El dispositivo, que Cereigido perfeccionó en su taller en Buenos Aires (donde reside actualmente), es un testimonio de su habilidad para combinar lo digital con lo físico.

"Es un parlante con inteligencia artificial que entiende y responde", detalló el inventor, quien también ha explorado otros proyectos, como una cámara con IA para encontrar estacionamiento.

Innovación con corazón

La historia de Juan Cereigido no es solo una de tecnología, sino de conexión familiar. Su abuelo, figura central en esta narrativa, no solo inspiró el nombre de Ato, sino también el propósito detrás de sus creaciones: facilitar la vida cotidiana de quienes enfrentan barreras tecnológicas.

Aunque no hay evidencia específica de que el abuelo necesitara recordatorios para medicamentos, la orientación de ambos proyectos hacia los adultos mayores sugiere que esta fue una consideración clave.

Con Recordai y Ato, Cereigido ha logrado algo notable: transformar una necesidad personal en una solución universal. Desde Mar del Plata, su ciudad natal, hasta los hogares de quienes hoy usan sus inventos, este marplatense demuestra que la tecnología puede ser tan humana como las historias que la inspiran.